HOMENAJE A JAN CAREW

Querido Jan:
Con ojos luminosos penetrando el rostro de la realidad,
que trae tan elocuentemente pensamientos, modelos y símbolos de nuestro linaje ancestral;
Mi anciano, nacido en una rica tierra de Guyana:
Un aura de luz brillante rodea y protege tu campo de energía y tu elevado y regio porte.
El espíritu se ha hecho visible a través de nuestro bienamado, 
aquél llamado Jan Carew.

Y mientras mi propio espíritu revolotea, sonrío mientras tu presencia envuelve y eleva 
la homilía intelectual del día.
Me siento humilde a la pregunta: ¿Tienes algún parentesco con Jan Carew?

Tuya es la voz de integridad,
que revitaliza delicadas almas,
recogiendo pedazos y fragmentos destruidos del tiempo de
memorias esparcidas, 
pérdidas profundas y sueños enterrados echados al viento,
arrasados por el Holocausto de la esclavitud africana 
y el genocidio de los pueblos aborígenes de América.

Tu mano y tu suave voz guían, moldean y dan forma,
transforman nuestras verdades y aspiraciones;
A través de tus libros, ensayos, poemas y observaciones.
Y mientras, tu ternura y espíritu compasivo armonizan con el cosmos
de lo visible e invisible;
Rindo homenaje y me inclino en reverencia a ti Dr. Jan Carew.



Querida Claire:

Fue un placer visitar tu casa y conocer a tu familia. Las pinturas realmente hicieron que valiera la pena. Siguen grabadas en mi mente las imágenes de tus pinturas con sus sueños míticos-poéticos, las forma, las figuras y los sombríos colores me recuerdan lo mejor de lo último de la obra de Aubrey Williams. Estás en lo mejor cuando evocas configuraciones de lucha y esta gama de un realismo alcanzado a entidades fantasmagóricas. Tu imaginación artística es alimentada y sustentada por la experiencia mexicana y de alguna manera se yuxtapone con la experiencia de Guyana y la vida estéril de Toronto. Tus pinturas están informadas con un poder espiritual encantado y no debes permitir que la vida trivial de Toronto saque esto de ti.

Dr. Jan Carew



HOMENAJE A FRIDA KAHLO 1907 A 2007
Por Claire Carew

Frida Kahlo nos muestra todo ese sufrimiento que no pudo marchitar, ni enfermedad alguna pudo acabar su variedad infinita. 

—Carlos Fuentes El Diario de Frida Kahlo.

“Me pinto a mí misma porque estoy sola. Yo soy el tema que mejor conozco”. Frida Kahlo. 

Una mujer de fuerza y valor adorna y vive a través del arte y la fotografía de hoy. Esa mujer, la conocemos como Frida Kahlo.

Más de 400 mil personas asistieron a la exhibición del Homenaje a Frida Kahlo en el Museo del Palacio de Bellas Artes, en la ciudad de México de Junio a Agosto del 2007. La larga fila de personas esperando 2, 3 horas y hasta 5 horas para entrar a Bellas Artes hizo historia al confirmar el lugar que ocupa una artista de gran reconocimiento. El último día, el 19 de Agosto, Bellas Artes extendió su hora de cierre hasta medianoche y aun así, todavía la gente regresó. Serpenteando, doblando y triplicando las filas alrededor de Bellas Artes y a lo largo de las cuadras esperamos tranquilamente, comprando los boletos a los vendedores que constantemente nos hacían señas para que fuéramos a comer un poco y salvaguardar energía para ver la obra de Frida.

Como artista visual que soy, y a menudo paso por alguna galería, para mí, estas filas de gente han sido, sin duda, las más largas que he visto en una exposición de arte. Pablo Picasso y Vincent Van Gogh no han tenido tanta asistencia de este tipo; pues las exposiciones de arte no suelen atraer a tanta gente.

Al reflexionar sobre este fenómeno, empecé a hacer algunas entrevistas informales a las personas: Dime, ¿por qué te gusta la obra de Frida? ¿Por qué has venido? Las respuestas eran siempre vagas. Algunos fueron a ver su obra de arte, otros porque no pudieron tener suficiente con su historia de vida, y algunos, porque oyeron mucho acerca de la exposición por los medios de comunicación y sabían que iba a ser historia, así que, asistieron al espectáculo.

Ricardo y su esposa Alejandra, ambos abogados, fueron a Bellas Artes por primera vez, a pesar de que trabajaban a poca distancia de allí. Ellos, al igual que la mayoría de la gente, no eran asiduos asistentes de galerías. Vinimos porque nos gusta su trabajo y la historia de su vida.

Al entrar a Bellas Artes había un letrero que decía: Deténgase y siga. Lentamente pasábamos a cada pintura, a cada carta, a cada fotografía, con esa reverencia que tú le rendirías a quien acaba de morir. 

Siempre caminábamos en silencio leyendo los análisis de los historiadores y críticos de arte debajo de cada pintura. En ocasiones algunas lágrimas fluían de los ojos de quienes nos identificábamos con su dolor y su arte. 

Con 65 pinturas bien plasmadas al óleo, 45 dibujos, acuarelas y aguafuertes; esta retrospectiva establecía claramente que Frida Kahlo fue una artista talentosa que entendía los principios y elementos de diseño, y la composición, y además tenía un profundo conocimiento de las técnicas de pintura al óleo.

Observando de cerca sus cuadros biográficos yo iba tomando nota de los intrincados detalles de su trabajo.

Por ejemplo en la pintura Dos Fridas 1939, la exhibición destaca los corazones que hablan del sacrificio, haciendo remembranza a uno de los aztecas sacrificando seres humanos. En muchas de sus pinturas las manos bailan, gesticulan y dirigen la mirada del espectador a otro aspecto de la pintura.

Una de las pinturas que me impresionó mucho fue la titulada “Autoretrato con medallón de 1948”, que Frida pintó cuidadosamente los intrincados detalles de la cabeza del cordón del vestido de los pliegues de la tela y las flores. Una vez más, sus ojos enfrentan al espectador de frente. Su expresion es seria. 

También había más de 50 cartas y más de 100 fotografías de Frida que ejemplificaban la profundidad y fuerza de esta mujer. Yo no recuerdo haber visto fotos de Frida sonriendo. Siempre estaba seria y vestida de una manera majestuosa y digna. Sin embargo, había una foto que mostraba la ternura de la mujer, era una fotografía en blanco y negro de Paul Juley de ella sentada con los hombros desnudos.

Ella imponía respeto y se aseguró de que el público la tomáramos en serio; aprendimos de los diversos grupos de personas indígenas que viven en México por el tipo de ropa que ella eligió usar.

Frida decidió conscientemente en contra de la norma de usar ropa incómoda, frívola y sensual que ha animado a tantas mujeres y se sienten obligadas a llevar.

En un mundo de claras distinciones de clase, la arrogancia, la raza y a menudo, el menosprecio y despido de todo aquello que sea indígena, Frida se puso de pie y sigue destacando por encima de todo en la demostración de su amor y respeto por los pueblos indígenas de México.

Su franqueza, su fuerza y la imagen de sí misma, orgullosamente vestida con ropa típica indígena, eran verdaderamente un estado de ánimo. No muchos se arriesgarían a las burlas y a las miradas que ella enfrentó en México, EE.UU y Francia, mientras caminaba por las calles con ropa indígena colorida, claramente diferente de la vestimenta europea.

Frida Kahlo sufrió un terrible accidente de autobús cuando era una adolescente que resultó en más de 32 operaciones y su incapacidad para concebir hijos. Ella vivió una vida tumultuosa con Diego Rivera el famoso muralista, y se casaron dos veces. Frida Kahlo nos atrae a muchos de nosotros como la vida y el arte que representa a los diversos pueblos que formamos hoy día. 

Físicamente discapacitada, ella utilizó una silla de ruedas cuando era la necesitaba. Ella fue abiertamente bisexual y de ascendencia indígena, española y judía. Una artista consumada y miembro del partido comunista, ella expresó frecuentemente sus opiniones en las manifestaciones. Una de sus últimas manifestaciones públicas fotografiadas fue en apoyo del pueblo de Guatemala.

Hoy ella sería considerada ambientalista por la frecuente representación paisajes de animales y flores en su obra. Su dolor emocional y físico que muchos de nosotros ya conocemos, ella le da sentido a nuestra vulnerabilidad. Sus luchas son nuestras, sus creencias y valores que compartimos y que apoyamos.

Es un hecho que Frida vive para siempre. Ella sigue viviendo en los corazones y las mentes de muchas personas. Ella es parte de nosotros y seguirá viviendo mientras nosotros continuemos identificándonos con sus pruebas y triunfos. Frida la artista. Frida la comunista. Frida la feminista. Frida la naturalista. 

Frida, nunca te olvidaremos.