Holguín, Cuba, 4 de Mayo del 2007


LA ARTISTA, COMO ACTIVISTA SOCIAL

LA GUYANESE-CANADIENSE CLAIRE CAREW NOS RECUERDA QUE TODOS SOMOS “ALGUIEN” 
por Norman Faria.

Claire Carew, nacida en Georgetown y estado en Canadá desde hace más de 30 años, se sienta en un café en los caminos de Toronto´s Bloor Runnymede y observa meditabunda a los paseantes que pasan por la banqueta, un sábado por la mañana 

“¿Cómo está Guyana en estos días? Sigo tratando de estar al corriente de lo que está pasando. Veo fotos e historias del Río Essequibo y el mar por las murallas de la Costa Este, Demerara, los antiguos edificios de Georgetown y a la gente. 

Cosas como ésas siguen trayendo recuerdos.” Trae a la memora mientras se prepara un expreso.

Claire está actualmente dando clases en las escuelas del Humber Summit Middle al oeste de la ciudad. Ella es también una verdadera, fina y sensitiva artista de Toronto. Ella es una de las pocas que usan el arte para enfocar fuertemente temas sociales sobre todo en los asuntos sociales que involucran a las minorías étnicas de Canadá y los esfuerzos de aquellos que viven en países en vías de desarrollo. Ella también ha hecho muchas obras loables, las ha exhibido en exhibiciones en ciudades de Canadá, México y otros países. 

Su madre Patricia la trajo cuando ella tenía once años, su padre, Ronald Carew había venido a Canadá a mediados de 1960. 

El Sr. Carew, (de otro modo conocido por su “sobrenombre” Tigre, Predicador y Señor Ronald en ese entonces llamado B.G) ) tuvo un remarcada vida de trabajo, viajando a Vancouver en British Columbia, provincia en la costa del pacífico donde él trabajó en la industria maderera, a Nueva Escocia, provincia del lado del Atlántico y luego a Hamilton en la provincia de Ontario donde él fue un trabajador del metal. Claire recuerda con cariño cuando su querido padre les mandó boletos de primera clase a ella y a sus hermanas Vivvette, Corinne y Debbie para viajar de Guyana a Canadá en 1967. Por suerte, ellas visitaron EXPO-1967, la exhibición mundial que se llevó a cabo en Montreal en ese año, antes de mudarse a su nuevo hogar en Vancouver. La Sra. Carew es “La persona interesada en la polìtica que me pone al tanto de las noticias políticas todo el tiempo.” dice Claire.

Claire fue a escuelas secundarias en las provincias donde trabajó su papá. Arte, ella explica, le vino a ella “naturalmente”. Un lejano pariente es un novelista reconocido Guayanese Jan Carew. En Toronto, ella se graduó en la Universidad de Arte en y luego ella terminó su Licenciatura en Bellas Artes de la universidad de Guelp, también en la provincia de Ontario, donde ella fue una estudiante sobresaliente. El año pasado, ella hizo su Maestría en Arte en el Instituto Allende/ Universidad de Guanajuato, México.

Las exhibiciones y actividades en el extranjero entre 1988 y 2005 incluyendo un mural en un edificio en el complejo Olímpico de átenas.

Su siguiente obra, con la ayuda de estudiantes de su escuela y de la Escuela Pública Gracedale de Toronto y representándolo como si hiciera la unidad y aspiraciones comunes de gentes de todo lo ancho del mundo, fue un mirada típica de Claire. Otras obras plasman a la gente indígena de Canadá (Los Amerindians de Canadá) y otra “gente de color” como ella los describe. Característicamente, el día de su entrevista ella llevaba una sudadera con la imagen en el frente del gran líder Apache Chiricahua Jerónimo.

Esta consciencia social se extiende hacia otros conceptos de derechos civiles, derechos de los inmigrantes y de los esfuerzos sociales continuos en pos de las reformas sociales, mejores estándares de vida y democracia. Ella pintó un cuadro en 1983 “Muerte del Grenadian Primer Ministro Obispo Maurice; entre otras, “Bombardeando la ciudad japonesa de Hiroshima en la Segunda Guerra Mundial.”

Su “doctrina de artista” en la página de Internet demuestra en gran medida su perspectiva: “Yo creo arte lleno de cultura e imágenes históricas para levantar, curar y dar energía a sus críticos para que tomen acciones políticas personales.” 

Más adelante ella explica: “Lo que estoy tratando de hacer no es arte en aras del arte. Debe haber un contexto social. Cuando el Obispo fue asesinado yo traté de el dolor que sentí cuando lo mataron. Sobre mis sentimientos de Hiroshima, me interesa mucho el cuestionamiento de la paz. Nos es absurdo continuar en nuestra diaria existencia sin considerar que estamos en peligro, especialmente cuando sabemos lo que les pasó en Hiroshima y a la gente japonesa. Como si ellos no fueran nadie ellos? Si yo relatara lo que dijo Jesse Jackson”

Entre otros viajes en el mundo, Claire asistió al Festival Internacional de la Juventud y Estudiantes en Moscú en la entonces Unión Soviética en los ochentas como delegada del arte Partisan de Toronto. 

Carew, quien es descendiente africana, amerindian (arawak) y europeam también trabaja con grupos amerindios canadienses además con aquellas razas de todo Canadá. 

Obviamente, su mural en Grecia incluye una figura amerindian, además de una niñita vestida, como ella recuerda, en un vestido blanco y cola de caballo en la tarde de un domingo en Georgetown. 

En México, ella pasó seis felices meses el año pasado en San Miguel de Allende, estudiando y pintando. Su tesis de Maestría en Arte fue sobre el chamanismo de los aborígenes de los nativos de los alrededores. 

Fuera de esa permanencia, vinieron muchas vibrantes, incisivas pinturas, fotografías y esculturas. “fusionando”, como ella relata, “símbolos antiguos e imágenes contemporáneas”. Jan, quien vivió y trabajó en México durante los ochentas, le escribió haciendo la observación de “(tu) imaginación artística es alimentada y nutrida por la experiencia mexicana…”

Una hermosa mujer de habla suave, en todos los sentidos de la palabra, Claire tiene su propio estilo artístico. Pero ha habido algunas influencias. Uno se da cuenta de algo de (pintor francés) Paul Gauguin por ejemplo. ¿Lo ha de admirar ella? ¿Qué de otros artistas canadienses? “Me gusta el trabajo de los canadienses Normal Morrisseau y Arthur Shilling de la nación Ojibway y del muralista mexicano Diego Rivera y su esposa Frida Kalo.” Tal vez los lectores puedan ver algo de su obra en la página de Internet www.clairecarew.com

Claire muestra respeto a todas las religiones y a las creencias espirituales de todas partes. De noche, antes de retirarse, ella hace un señalamiento a los consejos de Jan y da gracias por seis cosas especiales que le han sucedido a ella, cosas que durante el día la han inspirado. 

Además de la tarea relacionada con su enseñanza y trabajo en sus pinturas, ella disfruta escuchar las clásicas (jazz y otras) por radio así como escribir poesía durante su tiempo libre en su casita de un distrito tradicional portugués-italiano en las afueras del oeste de Toronto.

“Cuando regreses a Barbados quiero que me mandes algunas fotos de esa playa en la Bahía de Carlisie donde siempre caminas. Y cuando vayas a Guyana también mándame de allá. Dile a mis amigos que no he olvidado el aroma de la tierra, la risa en la cara de las gentes, las apasionadas discusiones sobre política. No he olvidado el cenit de la tierra, los sonidos del agua cuando caminaba en las orillas del mar, el canto del kisskadee, los jardines botánicos y el puente de los besos. No he olvidado mi querida tierra de Guyana…” dice ella al despedirse de mí afuera del pequeño café, todavía meditabunda hasta el final. 

(NORMAN FARIA ES CONSUL HONORARIO DE BARBADOS)


Hablando Por Medio Del Arte
Repaso por Oscar Wailoo 
20 de julio del 2006, Toronto, Canadá. La Cámara Caribe

Mucho antes que Canadá se proclamara a sí misma sociedad multicultural, Guyana ya había asentado su identidad como tierra de seis gentes. El reciente y enunciado ideal canadiense todavía no producía el clásico multicultural canadiense: que Guyana, que por mucho tiempo, ha dado gente de mezclas remarcables y texturas. Tal persona es nacida Guyana y de Toronto, Claire Carew. 

Claire representa una buena parte de la gente de Guyana. Ella es africana, arawak, europea y un poquito de otro, y en apariencia para la mayoría de ellos esta representación es cabal. Sus patrones son como un “ensayo” brillante que ella representa en pintura y en poesía. Y sus ojos son de una cualidad que ambos penetran e invitan. Esos excepcionales ojos son también los ojos de una de las artistas más finas de Toronto. 

Carew tiene un lienzo que destaca en la pared de su cuarto. Es un ensayo de poderosas imágenes de espiritualidad, conquista, lucha, resistencia, autodeterminación. Aquí está la lucha del aborigen contra la conquista, allá está la piel morena de la Virgen de Guadalupe, aquí están John Carlos y Tommy Smith con sus puños levantados en México, allá está la espalda de la doncella mexicana retrocediendo lentamente y en el centro el rostro del nativo de ojos claros mirando hacia atrás, ni orgulloso ni humillado, sino “regresando la mirada” como lo pone Claire. 

Hay cuadros esparcidos en toda su impecable casita al oeste de Toronto y cuadros colgados donde se escalan de entre fuertes colores a colores suaves, todos llamando tu atención. Hay mucho poder en todos estos cuadros, enfocándose al tono Guyanese suave de Carew con un dejo de palabras guyaneses. Pero no hay nada suave sobre Carew cuando ella acierta, “como mujer no tienes mucha libertad. Así que lo menos que puedes hacer es pintar lo que quieres pintar. Así es cuando puedes tener libertad, porque en la sociedad una mujer siempre tiene que hacer lo que se le dice. Así que el arte es una forma en que el ser humano se expresa.” 

Entonces tú entiendes lo que ella quiere decir cuando sientes un par de ojos mirándote. A un lado de su rodilla izquierda hay en el piso un cuadro de una mujer aborigen llamado “El ojo ve a lo que le teme la mente.” Pintado durante la crisis Oka, cuando los nativos canadienses no quisieron tener su entierro ancestro en tierra convertida en campo de golf. La “Cara de las mujeres de Oka” no amenazan sino que proyectan una dignidad poderosa, comandando un respeto inmediato. Y los ojos, penetrantes, proyectando una fuerza que desafía todos los años de opresión. Carew dijo una vez en una exhibición, a que una mujer nativa, impresionada por el poder de esta Mujer de Oka, la buscó, la hizo a un lado y le puso tabaco sagrado en la palma de su mano animándola de seguir haciendo lo que estaba haciendo. 

“Siempre he estado al tanto de la gente pobre y rechazada y he pintado por lo que he sentido pasión. Verás mucha gente negra y aborigen en mis cuadros; porque seguido siento esas nuestras voces que no son oídas, y cuando lo son, con frecuencia son estereotipadas. Así que siempre pinto gente de color con una luz positiva.”

Algunas veces la luz es tan positiva que meramente ofusco, resplandezco e incomodo como en una obra de arte titulada:”La Sangre Guerrera que Corre Profundamente por el Amazonas” Sí tú andas corriendo por allí con una mala conciencia sobre el abuso histórico de la gente aborigen alrededor del mundo, este guerrero Amazona ricamente colorido se te pega con ojos desdeñosos. él no amenaza, no está amargado sino que sus ojos parecen decir, “vi lo que hiciste y no lo olvido.” Cuando se expuso esta obra de arte de la que dijo Carew estuvo una vez en exhibición en un lujoso restaurante en el centro de Toronto y los patrocinadores pidieron que se quitaran porque sus ojos los seguían y perturbaban sus apetitos. 

Si el crítico al mirar su arte, se incomoda por su poder, se conmueve por su sensibilidad, se alivia por su influyente calma, entonces Carew no podría pedir más, aunque ella no siempre se dispone a evocar tales respuestas. Carew no duda de las críticas ni a los críticos que hayan visto sus exhibiciones en las galerías de Canadá, en México, USA y en la Olimpiadas de Verano de átenas, Grecia, el Reino Unido, etc., y que están de acuerdo en los términos como evocativo, poderoso, curativo, revolucionario y describen lo que ellos ven en una obra de arte típica de Carew. No es de sorprenderse entonces que sus obras de arte hayan encontrado el camino a lo sociopolítico que revistas y postres cubren, un par de libros de texto de sociología para cursos universitarios, tarjetas de saludo y murales con mucho arte cognoscitivo.

En los últimos siete años Carew ha traído esa pasión por el arte, vida y acción política para la escuela del medio oeste donde ella es profesora en artes visuales. Tal vez muy pronto empecemos a ver más de ella cuando ella considere tomarse unos años fuera de los cursos de la universidad para concentrarse en su pintura y poesía. 

Hasta tal tiempo algunas de sus obras de arte se pueden ver en una exhibición en Angels Gate Winery en Beamsville, Ontario, o se puede ir al sitio de la Página de Internet de Claire www.clairecarew.com, en esos ratitos libres que tenga para que encuentre esta gema.